Nuestro querido amigo y autor, Ricardo Tribín nos concede el privilegio de leer su último artículo:
El “patrón” de Dios
Por: Ricardo Tribín Acosta
Patrón, o patroncito, así llaman algunos a sus jefes, con aparente humildad, los obsecuentes trabajadores de ciertos países, buscando con ello manipular su aparente sujeción. Parece que fuera un gesto de sencillez pero al final, la humillación que ello implica, se confunde con la estrategia para hacerle creer a la otra persona que se es absolutamente leal cuando en la realidad están siempre colocados al menor postor. Me acuerdo del caso de un asistente que adulaba a su jefe cual mas hasta que en el día que este salió alguien le preguntó, y que hay de su jefe Don fulano de tal? respondiendo aquel con velocidad prodigiosa: Ese, no señor, el no es ya nada para mi, pues quien empezó hoy a dirigir el sí lo es.
Por otra parte esta aquel tan soberbio, vanidoso y orgulloso que en su vida diaria actúa como si fuera ‘dios”, arrasando con todo lo que este a su paso y creyéndose en forma equivocada que todo se debe a su inteligencia ya que no existe absolutamente nada para agradecer a su Creador. Es entonces el “patrón” de Dios y el que cree que no es tanto lo que el confía en El, sino más bien lo que Nuestro Señor confié en el otro. Apelan entonces solo a su propia voluntad, ignorando que hay un orden máximo que gobierna al mundo. Son finalmente unos pobres seres ya que el día que su pompa y lisonja se les acaba, pasan las verdes y las maduras con sus egos dolidos y sufridos cual ninguno.
http://ricardotribin.blogspot.com
Miami, Septiembre 2 de 2012
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